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Guía de la Biblioteca Histórica Santa Cruz: Exposición Libros sobre pandemias

Guía de fondo bibliográfico antiguo

Epidemias históricas a través de los libros

 

Son muchas las epidemias que ha sufrido la Humanidad a lo largo de la Historia. Las enfermedades contagiosas cobraron protagonismo cuando el ser humano se organizó como sociedad y diversos núcleos de personas comenzaron a convivir juntos en un mismo territorio.
Se documentan las primeras pandemias cuando la enfermedad comienza a extenderse y afectar a varias regiones del planeta, amenazando así a poblaciones enteras.

A través de diversos libros de la colección de Fondo Antiguo de la Biblioteca Histórica de Santa Cruz, haremos un repaso de diferentes plagas y epidemias que transformaron la sociedad e influyeron decisivamente en el curso de la Historia.

Fotografía del Archivo Regional de Nijmegen, Países Bajos

Libros de Fondo Antiguo sobre Pandemias

La Peste del Ganado en el libro del Éxodo de la Biblia (Éxodo 9,1-7)

[Biblia. Español]. La Sagrada Biblia. Tomo primero. Nueva edicion / ilustrada por Gustavo Doré... Barcelona: Montaner y Simon, Editores, 1883. Signatura: U/Bc 12731

En esta ilustración de Gustavo Doré podemos ver representada la Peste del Ganado, la 5ª de las 10 plagas que según el Antiguo Testamento Dios envió a los egipcios para que el faraón dejara partir a los hebreos.
Fue una peste que exterminó al ganado egipcio (y solo el egipcio, pues el israelita resultó ileso).
Gustave Doré fue uno de los artistas más fascinantes del siglo XIX. Sus grabados de madera (xilográficos) ilustraron grandes obras de la literatura universal como La Divina Comedia, El Quijote o El paraíso perdido.

La Ilíada de Homero

Homero. La Iliada de Homero. Tomo primero.Traducida del griego en verso endecasílabo castellano por Ignacio Garcia Malo Madrid: por Pantaleon Aznar, 1788. Signatura: U/Bc BU 00233

Homero relata una peste en el Primer Canto de La Ilíada.
El dios Crises, devastado por el rapto de su hija Criseida a manos de Agamenón, pide ayuda a Apolo para castigar a los invasores griegos.
Apolo venga el rapto de Criseida extendiendo la peste con sus flechas en el campamento del ejército griego y diezmando así las tropas hasta que éstas obligan a Agamenón a liberar a Criseida.

"Epidemia" viene del griego "'ἐπιδήμιον", es decir: ep(í) que significa "sobre" y dēm(o) que significa pueblo. Homero la utilizó para relatar el viaje de vuelta a casa del héroe Ulises (vuelta a su país/pueblo).

A partir del siglo V a.C. "demos" (pueblo) empezó a utilizarse como colectivo de personas más que como lugar. Y en los tratados hipocráticos ya se utiliza "epidemia" como una enfermedad que se propaga a través de la población.

La plaga de Atenas descrita por Tucídides

Tucídides. Historia de Thucydides: que trata de las guerras entre los Peloponeses y Athenie[n]ses [...] En Salamanca: en casa de Iuan de Canoua, 1564. Signatura: U/Bc BU 09170

La plaga en Atenas estalló cuando los espartanos invadieron el campo de Ática y la población rural se retiró dentro de las murallas, superpoblando la ciudad.
Tucídides se esfuerza por describir la plaga con la objetividad analítica que reclamó para sí mismo como historiador, analizando las causas, síntomas (fiebre, mucha sed y manchas en el cuerpo) y efectos, casi como un médico en el laboratorio. Él mismo la contrajo y acabó con la vida del más ilustre de los atenienses, Pericles.
La historia está en el segundo de los ocho libros. No está claro de qué enfermedad se trataba, algunas teorías apuntan a la fiebre tifoidea.

La plaga de Atenas descrita por Tito Lucrecio

Lucrecio Caro, Tito. Titus Lucretius Carus De rerum natura. Amstelodami: apud Ioan: Ianssonium, 1626. Signatura: U/Bc BU 08493

Este libro termina con una descripción muy fuerte de la plaga de Atenas inspirada en la historia de Tucídides. La tragedia se impone con escenas macabras. El poeta, a través de una descripción detallada de los síntomas físicos y los efectos nocivos en el nivel moral, ve en la epidemia un colapso total de la humanidad.
“Todos los habitantes a millares/ Se rendían al morbo y a la muerte [...]"
El poema tiene un final dramático y pesimista concebido como una herramienta educativa para liberar al hombre de las pasiones, los temores y el sufrimiento.

La epidemia en Edipo Tirano

Sófocles. Edipo tirano. En Madrid: en la imprenta de Sancha, 1793. Signatura: U/Bc BU 03066

Sófocles nos presenta una epidemia de peste como castigo divino por un crimen. Una historia que hace realmente referencia a la epidemia de peste que sufrió Atenas.
Edipo explica que ya envió a Creon, hermano de la reina, a cuestionar el oráculo de Delfos sobre las causas de la epidemia. A su regreso, Creon revela que la ciudad está contaminada por el asesinato de Layo, el anterior rey de Tebas, que quedó impune: su asesino aún vive en la ciudad y hasta que no sea identificado y exiliado o asesinado, paz y prosperidad no podrán volver. Edipo descubrirá que en realidad era él el hijo de Layo y acabará cegándose y exiliándose para sanar la ciudad de la maldición.

La peste del ganado en las Geórgicas de Virgilio

Virgilio Marón, Publio. Virgilii Maronis Bucolicaet Georgica: argumentis, explicationibus, not isillustrata Lugduni: sumptibus HoratiiCardon,1619. Signatura: U/Bc BU 00239

En el tercer libro de sus Geórgicas (dedicado a la ganadería), Virgilio nos habla de una devastadora epidemia del ganado (epizootia) donde "sucumbieron animales domesticados y salvajes, habitantes del aire y del agua de todos los tamaños".
Utiliza el relato de esta peste para transmitir un relato de esperanza a través de la idea del renacer, de la vida y de la creación, describiendo la capacidad maravillosa de las abejas de poder nacer de la descomposición de un cadáver bovino.
La palabra bugonía (creación a partir de los bueyes) se extendió para designar el supuesto fenómeno de generación espontánea de vida. Esta creencia fue muy difundida desde la Antigüedad hasta el     S. XVI.

La peste Antonina o plaga de Galeno

Galeno. Galeni Librorum Secunda Classis materiam sanitatis conservaticem tradit ... sexta hac nostra editione ... Venetiis: Apud Iuntas, 1586. U/Bc BU 00614(1)

La “peste Antonina” fue la primera peste que afectó globalmente al mundo occidental. Todo parece indicar que se trató de una viruela o sarampión.
Galeno trabajaba directamente con el emperador Marco Aurelio y el ejército, así que fue testigo directo del momento en que la peste llegó a producir más de 2000 muertes diarias. Es conocida como plaga de Galeno pero también Antonina porque el nombre familiar de Marco Aurelio era "Antonino" y quedó asociada a él.
Según algunos investigadores, el emperador Marco Aurelio fue una de sus últimas víctimas, ya que falleció en el último año de la plaga, el 17 de marzo del 180 d.C.

Esta muerte fue el principio de un largo período de decadencia que condujo al final del Imperio Romano.

El historiador Dión Casio lo definió como el paso de una época de oro a otra de hierro y óxido.

La peste negra

Ketham, Johannes. Fasciculus medicine. Impressum Venetijs: per Gregoriumde Gregorijs, 1513. U/Bc IyR 173 (2)

Es una de las enfermedades bacterianas más agresivas y precisa de tratamiento antibiótico adecuado para no acabar en muerte.
Generalmente se transmite por picadura de pulgas infectadas procedentes de roedores, que originan bubones en ingles y axilas, cuadro clínico conocido como peste bubónica.
Si la transmisión tiene lugar por vía respiratoria, se produce una forma particular de la enfermedad conocida con el nombre de peste neumónica. La gran epidemia de peste que afectó a Europa a mediados del siglo XIV se la denomina en ocasiones peste negra.

Del castigo divino a la explicación científica

Kircher, Athanasiuset al. Athanasii Kircheri... Scrutinium physico-medicum contagiosae luis quae dicitur pestis... Lipsiae: sumptibus haered. Schurerianor & Joh. Fritzschii, 1671. Signatura: U/Bc 06908

Para las culturas primitivas, toda peste era el castigo de la divinidad a los pecados individuales o colectivos.
Durante las primeras pandemias ya se había observado que el riesgo de enfermar aumentaba al aproximarse a los enfermos o, dicho de otra manera, que los enfermos irradiaban el mal. Nació así el concepto del contagio aéreo. Avicena, el famoso médico del siglo XI, había reparado en que, antes del inicio de la peste, las ratas comenzaban a morir en las calles, pero ni él ni nadie en muchos siglos encontró una explicación, aunque Atanasius Kircher en 1659, vio los animaliculus al microscopio. Luego se observó que las ropas usadas por quienes habían fallecido también podían trasmitir la enfermedad. Estas observaciones fueron confirmadas ampliamente durante la peste negra, dada su duración y extensión, y permitieron hacer muchas constataciones. Las consecuencias fueron dos conceptos profilácticos: el aislamiento (huida) y el acordonamiento (cuarentena, protección de fronteras).
En este libro Kircher recopila la historia de todas las pestes que han aparecido desde Moisés hasta el año 1636.

Isbrand Diemerbroeck

Diemerbroeck, Isbrand. Isbrandide Diemebroeck... Opera medico-practica: tractatus de peste libriIV […]. Genevae: apud Samuelem de Tournes, 1688. Signatura: U/Bc 09189

Diemerbroeck fue un médico y profesor holandés, especializado en anatomía que trabajó en Alemania en 1635 y 1636, durante los años de la peste negra.

En 1646 describe sus experiencias tratando enfermos de peste en el libro “De peste”. Este libro era muy consultado por otros médicos y cirujanos que tenían que tratar enfermos de peste, aunque por aquel entonces aún no se sabía que el origen estaba en una bacteria.

Fue su hijo quien reunió todas las obras de su padre por primera vez en 1685. En la Biblioteca Histórica de Santa Cruz se conserva este ejemplar de 1688.

En el siguiente grabado se le puede ver con el traje que llevaban los médicos para protegerse de las miasmas: una túnica de tela gruesa encerada, una máscara con agujeros con lentes de vidrio y una nariz cónica con forma de pico que era rellenada con sustancias aromáticas y paja. (Byrne Encyclopedia, p. 505)

Equipos de Protección Individual (EPIs históricos)

Fotografía del Archivo Regional de Nijmegen, Países Bajos

En este grabado podemos ver al médico Diemerbroek con el "EPI" de la época.

El uniforme suele atribuirse a Charles de Lorme, médico que atendió las necesidades de muchos miembros de la realeza europea durante el siglo XVII, entre ellos el rey Luis XIII y Gaston d’Orléans, hijo de María de Médici. Describió un atuendo que incluía un abrigo cubierto de cera aromática, los calzones metidos en las botas, la camisa metida en el pantalón y un sombrero y unos guantes hechos de cuero de cabra. Los médicos de la peste negra llevaban una vara con la que podían tocar a (o defenderse de) las víctimas.
El sombrero era particularmente inusual: los médicos de la peste negra llevaban anteojos y una máscara con una nariz de «15 centímetros, en forma de pico de ave, llena de perfume y con solo dos agujeros, uno a cada lado de las fosas nasales, pero que era suficiente para respirar y transportar en el aire que se respira la impresión de las [hierbas] colocadas en la punta del pico».
Aunque los médicos de la peste de toda Europa llevaban estos atuendos, el aspecto era tan emblemático que en Italia el «médico de la peste» se convirtió en un personaje básico de la commedia dell'arte y las celebraciones carnavalescas y sigue siendo un disfraz popular en la actualidad.

El Decamerón

Rodríguez de Arellano, Vicente. El Decamerón español ó Colección de varios hechos históricos raros y divertidos. Madrid: por Gómez Fuentenebro y Compañia, 1805. Signatura: U/Bc BU 07538

El Decamerón, escrito por Giovanni Boccaccio y publicado en 1349, comienza con unos jóvenes (7 mujeres y 3 hombres) que aislados voluntariamente para evitar la peste bubónica que asoló Florencia se cuentan historias “novelli”(novedosas) dando origen al género de la novela (fue la primera obra en prosa escrita en italiano.
Durante diez días, cada joven cuenta una historia; por eso El Decamerón está compuesto por cien relatos.
Lo que ya no es tan conocido, es que existe un Decamerón español, un libro que escribió el poeta y dramaturgo Vicente Rodríguez de Arellano en el año 1805 y se publicó en la madrileña librería de Alejandro Gómez Fuentenebro.
En sus páginas dice que lo escribe basándose en los libros de Bocaccio y de Louis d´Ussieux (1744-1805), que en 1774 publicó Le Décamérón français.

Florencia (por George Braun)

Braun, Georg (1541-1622). Civitates orbisterrarum. Liber primus.Coloniae Agrippinae: apud PetrumáBrachel, sumptibus auctorum... 1523 [i.e. 1573]. Signatura: U/Bc BU 03856

Se dice que el primer confinamiento masivo se produjo en la ciudad de Florencia en 1630. A pesar de las precauciones tomadas, el brote acabó con el 12% de la población.

Este grabado de Florencia pertenece al "Civitates Orbis Terrarum", obra realizada en 1572 por George Braun y Frans Hogenberg que constituye el primer intento de representar la mayor parte de las ciudades del mundo conocido de Europa.

Las imágenes se acompañan de textos latinos de caracter descriptivo que fueron redactados en su mayor parte por el propio Braun y que aluden a aspectos sociales, económicos, geográficos e históricos de cada ciudad.

Braun y Hogenberg son también los autores del primer atlas de la Historia, el "Theatrum Orbis Terrarum" publicado en 1570.

Petrarca

Petrarca, Francesco et al. Francisci Petrarchae Florentini, philosophi, oratoris, et poetae clarissimi […]. Basileae: Per Sebastianum Henricpetri, 1581. Signatura: U/Bc BU 04154

Petrarca fue un poeta y humanista italiano que vivió la peste bubónica (al inicio de la peste negra) y la primera cuarentena de la historia, establecida en Venecia en 1370.
Durante su niñez y su primera adolescencia residió en distintas ciudades italianas y francesas, debido a las persecuciones políticas de que fue objeto su padre.
Petrarca se equivocó al escribirle a un amigo de Florencia las siguientes palabras:
“¡Feliz posteridad, que no experimentará una tribulación tan abismal y contemplará nuestro testimonio como una fábula!”
En solo siete años, murieron casi 50 millones de personas en el Viejo Continente, el 30% de su población.
Etimológicamente, la palabra cuarentena proviene de Quaranta giorni en italiano, que a su vez proviene de la palabra quadraginta en latín y que traduce como “cuatro veces diez”.

Venecia (por George Braun)

Braun, Georg et al. Urbium praecipuarum mundi theatrum quintum / auctore Georgio Braunio Agrippinate. Coloniae Agrippinae: Apud Godefridum Kempensem, 1593

En esta imagen podemos ver un mapa de Venecia (donde se documenta la primera cuarentena de la historia) realizado también por Georg Braun, que junto a Frans Hogenberg llevó a cabo el primer intento de representar la mayor parte de las ciudades del mundo conocido de Europa.

Las imágenes se acompañan de textos latinos de caracter descriptivo que fueron redactados en su mayor parte por el propio Braun y que aluden a aspectos sociales, económicos, geográficos e históricos de cada ciudad.

Braun y Hogenberg son también los autores del primer atlas de la Historia, el "Theatrum Orbis Terrarum" publicado en 1570.

 

Shakespeare

Shakespeare, William. The Plays of William Shakspeare [sic] in Ten Volumens. 3 th.ed. London: printed for C. Bathurst... [et. al.], 1785. Signatura: U/Bc 08666

La vida de Shakespeare estuvo marcada por la peste. 
Nació en 1564, en pleno primer brote isabelino (1563-4), cuando la enfermedad acabó con el 25% de la población de Stratford-upon-Avon, su lugar de nacimiento.
En febrero de 1564 fueron prohibidas las obras de teatro debido a la epidemia. 
En 1580 se mudaría a Londres, ciudad que fue arrasada repetidamente por diversos brotes. Por aquel entonces las normas dictaban que cuando las muertes llegaran a 30 por semana, cesarían las funciones de teatro.
Entre 1603 y 1613, por ejemplo, los teatros londinenses estuvieron cerrados durante 78 meses (más del 60% del tiempo).
El brote de 1603 fue el más grave en Inglaterra desde la Peste Negra del siglo XIV. 
Pero la cuarentena por el brote de 1606 fue especialmente memorable, pues dice la leyenda que creó nada menos que tres de sus tragedias cumbre: El rey Lear, Antonio y Cleopatra y Macbeth.

 

Newton

Newton, Isaac. Philosophiae naturalis principia mathematica. Geneuae: typis Barrillot & Filii..., 1739. Signatura: U/Bc 03473

Isaac Newton, durante su confinamiento por la peste en 1665 (peste bubónica 1665-1666), se vio obligado a retirarse en la casa familiar en Woolsthorpe,  donde vivió su "annus mirabilis" (que explicaremos más adelante). En ese lapsus descubriría la idea clave para la posterior teoría de la gravedad, escribiría los documentos que serían la base del cálculo y desarrollaría sus teorías sobre óptica utilizando modelos de prismas en su habitación.

En 1687 publicó los "Principia" que revolucionaron el pensamiento occidental al describir por primera vez las tres leyes del movimiento. Estas muestran cómo las fuerzas naturales que gobiernan la Tierra son las mismas que las que rigen los movimientos de los cuerpos celestes.

Se considera una de las obras más importantes de la Historia de la Ciencia.

El año de los milagros

Dryden, John. The Poems of Dryden. Volume I. London: printed by R. Hett ... [et. al.], 1779. Signatura: U/Bc BU 07277

Históricamente se ha aplicado a diferentes años, aunque su uso parece provenir del título de este poema de John Dryden (Annus Mirabilis, 1667) sobre lo sucedido el año anterior en Londres: un gran incendio y la gran plaga.

La coincidencia de la cifra del año 1666 con el apocalíptico 666 hacía presagiar el fin del mundo, pero fue en este año cuando Newton revolucionó el mundo de la Ciencia con sus aportaciones, en plena epidemia de peste.

Tratados sobre epidemias

Díaz Salgado, Juan. Systema physicomedico-politico de la peste: su preservacion, y curacion, para el uso, y instruccion de las Diputaciones de Sanidad de este Reyno. En Madrid: en la oficina de Antonio Sanz..., 1756. Signatura: U/Bc 12201

Díaz Salgado relata en su "Systema physico medico-politico de la peste" cómo Dios creó al primer hombre inexterminable o incorruptible pero, en cuanto pecó, perdió esa incorruptibilidad, aunque puede remitir la culpa a través de la penitencia.
La enfermedad es, para él, tan antigua como el pecado.
Sobre la forma de propagación de la peste, habla de aire infecto, pescados arrojados al mar y podridos, la ingestión de alimentos podridos y el haber tocado alguna cosa "apestada" pues "todo puede recibir y retener la semilla del contagio a excepción del metal".

Tratados sobre epidemias

Lavedán, Antonio. Tratado de las enfermedades epidémicas, pútridas, malignas, contagiosas y pestilentes. Tomo II. Madrid: en la Imprenta Real, 1802. Signatura: U/Bc BU 11967

Cirujano de la Real Familia desde 1789 y cirujano mayor del ejército desde 1799, alcanzó el cargo de director de la Real Academia de Cirugía de Valladolid.

Algunas fuentes indican que nació en Irlanda y otras en Valladolid.

Este libro es una de sus mejores aportaciones a la Medicina, un amplio trabajo que, en dos tomos, aborda los problemas más importantes de la epidemiología europea del siglo XVIII. La obra es una síntesis de los mejores autores sobre la materia desde la obra de Thomas Sydenham hasta los tratados coetáneos de Monro, Joseph Pringle y otros tratadistas de la epidemiología del siglo.

La obra en sí, dividida en cuatro partes, reúne en forma de síntesis la contribución de la mejor bibliografía no sólo francesa e inglesa, sino de los tratadistas alemanes, abordando las fiebres epidémicas, pútridas, malignas y contagiosas, entre las que incluye la fiebre amarilla y disentería.

Tratados sobre epidemias. Historia de las pestes

Villalba, Joaquín de. Epidemiologia española, ó Historia cronólogica de las pestes, contagios, epidemias y […]. Madrid: en la Imprenta de D. Fermín Villalpando, 1803. Signatura: U/Bc BU 11973

Cirujano, epidemiólogo e historiador de la medicina y la veterinaria españolas. Fue cirujano militar durante la guerra anglo-española.

El dorso de los partes de tropa era uno de los soportes donde recogía los resúmenes de sus lecturas y valoraciones con vistas a su posterior redacción.

Esta es la única obra que llegó a publicar, y en ella enumera los distintos procesos que, según la terminología y las ideas patológicas de su tiempo, se padecieron en España desde 1800 a. C. hasta 1800.

Tratados sobre epidemias. Tipos de contagio

Pérez de Escobar, Antonio. Avisos medicos populares y domesticos: historia de todos los contagios […] Madrid: por D. Joachin Ibarra, impresor de Cámara de S.M.: 1776. Signatura U/Bc BU 05344

El autor, doctor en Medicina, fue médico rural en pueblos de Castilla y Madrid y finalmente fue nombrado médico de la Casa Real.

En este libro explica los cuatro tipos de contagio de enfermedades que entonces se conocían, y daba soluciones para evitarlos y técnicas para controlarlos. Son estos: el contacto inmediato, el próximo, el a distancia, y el oscuro, teniendo en cada uno de ellos algunas enfermedades claves, preocupantes todavía, como la peste, que se incluía en el primero, el inmediato; la lepra, en el a distancia, y el asma, el escorbuto y otros a los que incluia en el “lado oscuro” del contagio porque realmente no sabían cómo se producía.

Tratados sobre epidemias. El escorbuto como "peste de los marineros"

Pérez de Escobar, Antonio, and Joaquín Ibarra. Avisos medicos populares y domesticos: historia de todos los contagios […] Madrid: por D. Joachin Ibarra, impresor de Cámara de S.M., 1776. U/Bc BU 05344

Durante mucho tiempo se conoció el escorbuto como “la peste de los marineros” (ya que durante sus largos viajes por mar, ya no tenían acceso a alimentos frescos, como frutas y verduras) y se pensaba que era una enfermedad contagiosa.
Justo después de la publicación de este libro, en 1789, cobraron crédito las investigaciones de James Lind, un médico escocés que se unió a la marina y probó diferentes dietas con enfermos de escorbuto.
Para 1795, en las armadas se contaba siempre con fruta fresca, sobre todo cítricos.

Tratados sobre epidemias

Masdevall, José. Relación de las epidemias de calenturas pútridas y malignas que en estos últimos años se han padecido en el Principado de Cataluña... de curar semejantes enfermedades. Madrid: en la Imprenta Real, 1786. U/Bc BU 11912 (1)

José Masdevall es una de las figuras más destacadas de la salud pública española de la segunda mitad del siglo XVIII. Fue inspector general de Epidemias del principado de Cataluña entre 1783 y 1801.
Promovió el desarrollo de la administración sanitaria, hasta aquellas fechas casi exclusivamente centrada en el control de fronteras y puertos para impedir la importación de “contagios”.

Tratados sobre epidemias. La fiebre amarilla

Teruel, Juan Vicente. Reglas para evitar en el presente año la reproducción importación de la fiebre amarilla que destrozó a este país en el pasado. Murcia: [s.n.], 1812. Signatura: U/Bc BU 06754

La fiebre amarilla es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos infectados. El nombre recibido apela a una asociación de imágenes con el color amarillo que suelen presentar los enfermos.
España y Portugal fueron la puerta de entrada de la fiebre amarilla en Europa. Desde 1700, Gibraltar, Cádiz, Lisboa, Málaga, son las primeras ciudades en sufrir la enfermedad.
Las medidas administrativas y sanitarias se centraron en asegurar el aislamiento de la población afectada para evitar la extensión de la enfermedad y prolongarlo el mayor tiempo posible, como una garantía para las localidades vecinas.

Tratados sobre epidemias. El tifus

Hurtado de Mendoza, Manuel. Nueva monografía de la calentura amarilla o Tratado médico teórico-práctico sobre la verdadera naturaleza, causas, síntomas, modo de propagarse y método curativo y profiláctico de los tifos. Huesca: Viuda de Larumbe, 1820. Signatura: U/Bc BU 06545

La enfermedad del tifus es producida por una bacteria generada por insectos (que portan aves y mamíferos) después de picar, cuando al rascarse el humano extiende la infección.
Manuel Hurtado de Mendoza, médico vallisoletano, fue un gran divulgador científico. Discípulo de Broussais en París, se convirtió en un férreo defensor de sus doctrinas y traductor al castellano de sus escritos científicos.

Tratados sobre epidemias. La peste bubónica

Cabanellas y Clavera, Miguel José. Questiones médicas sobre la peste levantina y otros Contagios de la misma naturaleza […]. S.l: s.n., 1815. Signatura: U/Bc 05672(51)

Cabanellas fue Inspector General de Epidemias, Contagios, Lazaretos…etc. de los Reynos de Valencia y Murcia.
En este libro sobre la peste bubónica (que se conocía también como peste levantina por provenir frecuentemente de los países orientales) aborda las medidas que han de observarse para el control de la enfermedad.
Los "lazaretos” son establecimientos sanitarios utilizados para aislar a los infectados o sospechosos de enfermedades contagiosas. (Diccionario de la RAE). En España podemos encontrar restos de alguno en Menorca, Cantabria, Pontevedra, A Coruña o Vizcaya.

El padre de la vacuna

Moreau, Jacques Louis. Tratado histórico y práctico de la vacuna[…]. Madrid: En la Imprenta Real, 1803. Signatura: U/Bc BU 00219

Edward Jenner nació en la localidad inglesa de Berkeley en 1749. En 1761comenzaría en Sodbury su formación como cirujano y farmacéutico. Allí Sarah Nelmes, una ordeñadora de vacas le dijo que nunca tendría la cara marcada por la viruela porque ya había pasado la viruela bovina. Y gracias a esta pista Edward Jenner descubriría la vacuna contra esta enfermedad.

En 1796, Jenner decidió inocular a un niño de ocho años llamado James Phillips un poco de materia infectada que obtuvo de una persona que padecía la viruela bovina. Esto hizo que el pequeño desarrollara una fiebre leve que desapareció a los pocos días. Unos meses más tarde, Jenner puso en práctica la prueba definitiva para erradicar la epidemia. Volvió a inocular a James Phillips, pero esta vez con viruela humana para comprobar si el niño desarrollaba la enfermedad. Los resultados le dieron la razón y el niño ni contrajo la enfermedad ni murió.

La Asociación Médica de Londres se oponía al tratamiento con el argumento de que los pacientes podrían convertirse poco a poco en ganado vacuno. Pero Jenner llegó a inocular la vacuna a su propio hijo logrando los mismos buenos resultados. En 1805 Napoleón dio la orden de vacunar a todos sus soldados con el método del médico inglés.

Se dice que es el cientítico que más vidas ha salvado.

Origen y Descubrimiento de la vacuna

Hernández García, Pedro. Origen y descubrimiento de la vaccina. Madrid: En la Oficina de Benito García, y Compañía, 1801. Signatura: U/Bc BU 11915

En este libro de Pedro García Hernández, médico de la Corte, traduce del francés "Decouverte de la vaccine et de la inoculation" de Francois Chaussier, donde se detallan las características y efectos de la vacunación.

Las páginas finales recogen varios grabados de Fonseca sobre la vacuna que son realmente descriptivos.

 

Grabados de Fonseca sobre la vacuna

Hernández García, Pedro. Origen y descubrimiento de la vaccina. Madrid: En la Oficina de Benito García, y Compañía, 1801. Signatura: U/Bc BU 11915

En este libro de Pedro García Hernández, médico de la Corte, traduce del francés "Decouverte de la vaccine et de la inoculation" de Francois Chaussier, donde se detallan las características y efectos de la vacunación.

Las páginas finales recogen varios grabados de Fonseca sobre la vacuna que son realmente descriptivos.

Grabados de Fonseca sobre la vacuna

Hernández García, Pedro. Origen y descubrimiento de la vaccina. Madrid: En la Oficina de Benito García, y Compañía, 1801. Signatura: U/Bc BU 11915

En este libro de Pedro García Hernández, médico de la Corte, traduce del francés "Decouverte de la vaccine et de la inoculation" de Francois Chaussier, donde se detallan las características y efectos de la vacunación.

Las páginas finales recogen varios grabados de Fonseca sobre la vacuna que son realmente descriptivos.

Grabados de Fonseca sobre la vacuna

Hernández García, Pedro. Origen y descubrimiento de la vaccina. Madrid: En la Oficina de Benito García, y Compañía, 1801. Signatura: U/Bc BU 11915

En este libro de Pedro García Hernández, médico de la Corte, traduce del francés "Decouverte de la vaccine et de la inoculation" de Francois Chaussier, donde se detallan las características y efectos de la vacunación.

Las páginas finales recogen varios grabados de Fonseca sobre la vacuna que son realmente descriptivos.

Ensayo sobre la inoculación

O’Scanlan, Timoteo. Ensayo apologético de la inoculacion ó Demostracion de lo importante que es al particular y al Estado. Madrid: en la Imprenta Real, 1792. Signatura: U/Bc BU 11978

En el año 1754 se construyó en Suecia un hospital dedicado a la práctica de la vacuna.

En honor a la inoculación, acuñaron una medalla en la cual aparece el altar de Esculapio con una serpiente en actitud atacante (con la que se representaba la enfermedad de la viruela), y en el reverso la leyenda: "Por haber preservado con feliz arrojo a los hijos de los ciudadanos" con el nombre de la Condesa de Geers, que fue la primera en merecerla por haber vacunado a sus hijos.

La expedición Balmis: Expansión de la vacuna por América y Asia (1803-1806)

Escitado el amor paternal del Sr. D. Carlos IV hácia sus vasallos con el egemplo de los que se habia hecho en Canarias al arribo de la espedicion marítima, destinada á propagaren los dominios de Indias el admirable descubrimiento de la vacuna... [S.l., : s.n., s.a.]. Signatura: U/Bc 05673 (23)

El cirujano militar Francisco Javier de Balmis y Berenguer propuso a Carlos IV la primera operación internacional de carácter sanitario y humanitario.

Dado que la conservación la vacuna era complicada (tan solo duraba unos pocos días), Balmis tomó la decisión de que el suero sería transportado dentro de receptáculos vivos: 22 niños de la casa de huérfanos de A Coruña. La Gaceta de Madrid explicaba cómo se llevaría a cabo el proceso: "siendo sucesivamente inoculados brazo a brazo en el curso de la navegación, conservarán el fluido vacuno fresco y sin alteración" hasta América.

Santa Cruz de Tenerife fue el primer puerto donde arribó la citada expedición. Allí pasó un mes vacunando a miles de personas contra la viruela y el 6 de enero de 1804 partió hacia América. Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, todo el territorio conocido en aquel entonces como Nueva España que comprendía México, California y Texas, Filipinas, China y la isla de Santa Helena (que, aunque era británica, también admitió que se vacuanara a parte de su población), fueron las principales regiones donde se llevaría a cabo el procedimiento.

El Ministerio de Defensa llamó 'Operación Balmis contra el SARS-CoV-2' al despliegue de las Fuerzas Armadas para la lucha contra el SARS-CoV-2 responsable de la Covid-19.

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